Origen y evolución de la Mecánica Diésel
La historia de la Mecánica Diésel comienza en el año 1897, cuando Rudolf Diesel crea el primer motor de combustión funcional, a este inventor se debe la clasificación de esta mecánica. Este motor no fué adaptado a los vehículos de la época, ya que requería para la inyección del combustible de un compresor de aire muy voluminoso, lo que impedía su instalación sobre el vehículo.
En 1920 dicho problema es resuelto por Robert Bosch, que perfeccionó la bomba de inyección, permitiendo el uso del motor diésel en diversos vehículos, sobre todo en los de uso industrial o de transporte medio-pesado. En la década del 30 comienza a ser aplicado con fines militares, sobre todo en los carros de combate alemanes, siendo Maybach la firma que más motorizaciones desarrolló y que más éxito alcanzó. El Dr. Ferdinand Porsche diseñó un motor diésel V12 con compresor capaz de desarrollar más de 400 cv, destinado al tanque Mammut, un ingenio de 120 toneladas de peso y que afortunadamente nunca pasó de la fase de prototipo.
Tras la guerra, el motor diésel se aplicó sobre todo a los vehículos pesados, agrícolas y a los trenes. En la década de los 70, se produce una primera revolución en estas motorizaciones, que ven su tamaño y su peso reducidos, por lo que se pueden instalar en vehículos ligeros, siendo los motores Perkins y los desarrollados por Volkswagen los más usados.
Es por esta época que hace acto de presencia el Mercedes Benz C 111, un vehículo que en su variante Diésel en vez de usar un motor de pistones alternativos usa un motor Wankel trirotor, lo que le permite unas prestaciones de escándalo para un Diésel de la época y actual, como son un 0-100 km/h en 5 segundos y una velocidad punta de 260 km/h.
En los 80 los vehículos Diésel comienzan a gozar de mayor popularidad entre el público, ya que comienzan a emplearse con mayor frecuencia los turbocompresores, que dotan a estos motores de mejores prestaciones y cualidades termodinámicas.
En estos años aparecen los primeros motores con gestión electrónica, desarrollada principalmente por Bosch y que mejoran las propiedades de estas mecánicas.
Es en los 90 cuando se produce el boom de los motores Diésel, favorecido por las mecánicas de origen PSA, sobre todo los motores TDI del grupo Volkswagen, dotados del sistema bomba-inyector, que permiten unas prestaciones más que dignas a los vehículos que las equipan con unos consumos muy ajustados. También se introducen los primeros motores con sistemas de inyección directa de combustible, mediante una rampa o rail que suministra combustible a los inyectores, los comúnmente llamados common rail.
Actualmente se está produciendo una tercera revolución en los motores Diésel de la mano del grupo Fiat y su tecnología Multijet. Dicho motor es un 4 cilindros que equipa un sistema common rail de segunda generación, que alcanza presiones entorno a los 1.400 bares, un turbocompresor de geometría fija e intercooler y culata de 16 válvulas. En este motor los inyectores pueden actuar con diferentes intensidades, entre tres y cinco veces, todo ello de manera flexible y controlada. Cuentan con cinco orificios de 0,12 mm de diámetro. La entrada de combustible en el cilindro se produce con varias inyecciones pequeñas, por lo que quemando una misma cantidad de combustible se consigue una combustión más gradual y completa.
Están apareciendo nuevos sistemas para sacar más rendimiento de los motores Diésel, como el sistema desarrollado por OPC, filial deportiva de Opel, que consiste en un sistema bi-turbo acoplado al motor 1.9 de inyección directa.
Ejemplo de esto es un prototipo de Vectra firmado por OPC, en el que el motor declara 212 cv y el consumo se mantiene en los 6 litros a los 100 km de origen, consiguiendo además unas prestaciones impresionantes, a la altura de deportivos consagrados, de hecho su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 Km/h.
A medida que se perfeccionan las Bombas de Inyección, los motores diésel van alcanzando mejores resultados.


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